Gladys Loch es la mujer de los martes a las seis en el supermercado. Me comenzó a intrigar desde hace un par de meses cuando la ví por primera vez, así que comencé a ir más a menudo. Es así como puedo aseverar que sólo viene los martes a las seis. Por otra parte no puedo confirmar que se llame Gladys o se apellide Loch, simplemente tiene cara de Gladys Loch. Nunca la he visto comprar nada que no sean velas perfumadas. Quizás sea la falta de luz eléctrica la explicación a su apariencia.

Es bastante más alta que el promedio, delgada pero definida. Camina arrastrando el pie izquierdo levemente, de manera casi imperceptible. Yo lo sé porque llevo tantos martes observándola. Los movimientos de Gladys son bruscos; cuando le paga sus velas al cajero del supermercado lo hace de manera automática y rígida.
Siempre usa un calentador negro con líneas grises a los costados. He llegado a pensar que Gladys es una extraterrestre. Decenas de veces la he imaginado arribando a la Tierra en una especie de operación ultra secreta, condenada a vivir aquí sin ningún tipo de tecnología, a punta de velas: una suerte de experimento malévolo alienígena. De ninguna manera me cabe que sea un ser de este planeta. Puede ser sugestión mía, pero la única vez que escuché su voz, sonó distorsionada. Estoy segura de que escuché bien, porque noté que el cajero alzó la cabeza de golpe como un resorte. Ella estiró el brazo con el dinero exacto y se retiró corriendo, tanto como su pie izquierdo se lo permitía. Ese día noté que siempre lleva esmalte azul nacarado en sus uñas.
Sin que se dé cuenta, he seguido a Gladys pero no logro llegar hasta su destino. Al virar la esquina se desvanece. Debe existir algún tipo de campo de fuerza cercano al restaurante peruano que queda detrás del supermercado, que me impide llegar hasta su hiperespacio. Mi teoría final en caso de no probar lo antes expuesto, es que quizás Gladys sea simplemente una instructora de gimnasia, víctima de un mal tatuaje de cejas, que disfruta del olor de las velas de canela que están en el pasillo de ofertas los martes.